AGUA..
Entendí qué el final ha de ser tranquilo, con las aguas en calma, sin turbulencias, sin desbordamientos, sin pasión, he de esperar un remanso de paz, no un pantano en calma qué en cualquier momento vuelva a abrir sus compuertas y liberar las aguas salvajes de nuevo en dirección hacia el mar.
Ahora el agua corre salvaje, entre rocas, remolinos y cascadas, salpicando en las orillas, arrastrando todo a su paso... difícil de parar, pero sé que llegaré a encontrar aguas tranquilas donde se pueda remar, sé qué el camino es este, sé qué me he de dejar arrastrar para llegar al final..
Entendí qué no se puede nadar contracorriente, qué la fuerza no es suficiente, qué las aguas son más fuertes, qué los brazos y piernas se resienten, qué mientras lucho, no disfruto del paisaje, del viaje. Qué para poder llegar al final con la sonrisa en mi cara, he de saborear cada rincón, cada cascada y dirigir la barca cuando el agua se calma.
Ahora qué ya aprendí a remar, ahora qué mi barca no se vuelca y la puedo gobernar, ahora qué puedo mirar a los lados y ver los árboles pasar y disfrutar, ahora me dejo llevar para encontrar ese agua en paz, ese agua qué me deje manejar, qué me invite a nadar, qué me invite a zambullirme sin miedo a no poder tocar, sin miedo a donde pisar...
Ahora el agua corre salvaje, entre rocas, remolinos y cascadas, salpicando en las orillas, arrastrando todo a su paso... difícil de parar, pero sé que llegaré a encontrar aguas tranquilas donde se pueda remar, sé qué el camino es este, sé qué me he de dejar arrastrar para llegar al final..
Entendí qué no se puede nadar contracorriente, qué la fuerza no es suficiente, qué las aguas son más fuertes, qué los brazos y piernas se resienten, qué mientras lucho, no disfruto del paisaje, del viaje. Qué para poder llegar al final con la sonrisa en mi cara, he de saborear cada rincón, cada cascada y dirigir la barca cuando el agua se calma.
Ahora qué ya aprendí a remar, ahora qué mi barca no se vuelca y la puedo gobernar, ahora qué puedo mirar a los lados y ver los árboles pasar y disfrutar, ahora me dejo llevar para encontrar ese agua en paz, ese agua qué me deje manejar, qué me invite a nadar, qué me invite a zambullirme sin miedo a no poder tocar, sin miedo a donde pisar...
Etiquetas: melancolia..., paz, soledad
4 comentarios:
De todos modos lleva siempre un chaleco salvavidas en el bolso, que nunca se sabe cuando las aguas se van a volver bravas otra vez. Un beso, guapa.
Y si te sumerges con espumita, velas alrededor, una copita de vino, una buena música y ves como el vaho caliente moja las paredes del baño, eso... purifica el alma.
Muchos besazos y feliz finde
deja que las aguas se calmen ... déjate llevar por la brisa suave ... toca con tu mano el agua, deja que sea ella quien se rinda a tus pies ...
Qué razón tienes Eva !!.Un beso enorme .
Adriana me gusta la idea qué propones ,quizas la ponga en practica .Besos Mil.
Assumpta reina voy a dejar qué todo se calme a ver si las aguas vuelven a su cauce ..Un megabeso .
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