LA VIDA SECRETA DE LAS PALABRAS ...
Las palabras escritas por o para alguien en muchas ocasiones no llegan a su destino... Unas veces se guardan en abarrotados cajones mezclándose entre ellas y confundiéndose… Otras simplemente se rompen en pedazos y se tiran a la basura... Siendo más afortunadas… Pueden acabar dentro de un contenedor de reciclaje... Allí, quizá puedan tener una segunda oportunidad... Y qué alguien las vuelva a entrelazar formando palabras, y esta vez sí sean entregadas a quienes las dibujaron antes de ser escritas... Porque la vida de las palabras, empieza mucho antes de ser transcritas a un simple trozo de papel...
Pero, dónde van las palabras no pronunciadas…? Hay algo qué se escapa bajo el trazo del papel difuminado por el tiempo… Dentro de la mente qué inventa frases y encadena entre sí las palabras como si sólo pudieran unirse así... Como si sólo existiera esa posibilidad concreta entre miles de ellas… Las palabras nacen mucho antes de pronunciarse, y no producto de la única persona qué las piensa, dice o escribe… La mayoría en realidad son tan hijas de uno mismo como lo son de la persona a quien van dirigidas… Crecen en tu interior antes de llegar a oídos de otras personas… Alimentándose de recuerdos y vivencias… Hay personas qué creen qué pueden repetirlas mecánicamente a dos personas diferentes, sin darse cuenta del engaño... Sin embargo, esas palabras ya están muertas...
En realidad, ni siquiera ellas mismas sean conscientes de su propio significado en quienes las escuchan o leen… Sólo conocen una parte de su propia historia, como un reflejo a contraluz del qué no sabes a ciencia cierta su forma verdadera, hasta qué logras borrar la duda qué visten las sombras… Todas las palabras, y en especial las no pronunciadas, ocultan un gran misterio… Descubrirlo forma parte de su irresistible poder de atracción…
…La vida secreta de las palabras comienza..... al dejar de pronunciarlas...
Pero, dónde van las palabras no pronunciadas…? Hay algo qué se escapa bajo el trazo del papel difuminado por el tiempo… Dentro de la mente qué inventa frases y encadena entre sí las palabras como si sólo pudieran unirse así... Como si sólo existiera esa posibilidad concreta entre miles de ellas… Las palabras nacen mucho antes de pronunciarse, y no producto de la única persona qué las piensa, dice o escribe… La mayoría en realidad son tan hijas de uno mismo como lo son de la persona a quien van dirigidas… Crecen en tu interior antes de llegar a oídos de otras personas… Alimentándose de recuerdos y vivencias… Hay personas qué creen qué pueden repetirlas mecánicamente a dos personas diferentes, sin darse cuenta del engaño... Sin embargo, esas palabras ya están muertas...
En realidad, ni siquiera ellas mismas sean conscientes de su propio significado en quienes las escuchan o leen… Sólo conocen una parte de su propia historia, como un reflejo a contraluz del qué no sabes a ciencia cierta su forma verdadera, hasta qué logras borrar la duda qué visten las sombras… Todas las palabras, y en especial las no pronunciadas, ocultan un gran misterio… Descubrirlo forma parte de su irresistible poder de atracción…
…La vida secreta de las palabras comienza..... al dejar de pronunciarlas...
6 comentarios:
Las palabras no pronunciadas, supongo que se quedan en el alma (si no crees en el alma, pues en el corazón), y si miras atentamente a los ojos de la persona podrás escucharlas aún sin oirlas, pues los ojos son el espejo del alma.
A menos a mí se me nota todo en la mirada, sobretodo las palabras no pronunciadas.
Un beso, guapa.
Las palabras, como algunos animales, hibernan durante un tiempo, pero al final acaban resucitando al ser leídas.
Un abrazo.
Querida Luisa, despues de unos días ausente he vuelto con muchas ganas de veros a todos.
Las palabras esconden los secretos de quien las pronuncia, pero la mentida no dura eternamente.
Un besito
Cuantos cuentos bonito, Lua, pero me parecen un poco triste, no???? Que te pasa???????
Te envío abrazos con mucha energia
e besos, bella!!!!!
Si digo pan
y mi poema no convoca
a los hambrientos a la mesa,
es porque la palabra ya no sirve
y la poesía exige otro lenguaje.
Si digo amor
y mi poema no provoca
una tormenta de besos y canciones,
es porque la palabra perdió su magia
y la poesía debe buscar una nueva voz.
Si digo vida
y mi poema no revienta
un alba de luceros y primaveras,
es porque la palabra quedó sin dioses
y la poesía debe estar al servicio del hombre.
Si digo libertad
y mi poema no revoluciona
la conciencia de los sedientos de paz,
es porque la palabra dejó de ser instrumento
y la poesía está obligada a cambiar de poetas.
Fragmento de: Poemas y Canciones de Amor y Libertad
Gilberto Ramírez Santacruz
Un besote y buen fin de semana
Hola,
pasaba por aqui. Las palabras mas bellas en ocasiones son las olvidadas en algun rincon de los recuerdos.
Zepequeña.
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