SENSIBILIDAD...

Un paisaje en calma, de belleza inusitada, vivida… el reflejo de una mirada, una captura digital con un simple gesto de “clik”, un instante o simplemente un “Kit-Kat” con mi mundo interior… No quiero convertirme en un extraña de mi propia vida… Se qué no lo soy, pero es tan fácil el olvido cuando no cultivamos el amor, qué estos días, he decidido regalarme un poco de mí a mi misma, de tiempo, de paciencia, de escuchar-me, de aceptarme y reconciliarme con mi corazón…

Cautivamos miradas, sonrisas, caricias, besos y palabras bonitas, qué pierden su frescura, su espontaneidad y su belleza al estancarse en el miedo de ser juzgadas… Qué enmudecen ante la posibilidad de retarse contra nuestro orgullo… Qué se ocultan como un secreto oscuro, matando su única posibilidad de germinar su belleza en otra alma… En el mismo acto de ser pronunciadas como un engendro de amor, y al morir, dejan un poso de tristeza para cubrirnos como la niebla…

Como me gusta querer… Como me gusta disfrutar de las sensaciones qué me producen los gestos de amor… Mirando esta imagen sentí, como si mis palabras cautivas se rebelaran en todo mi ser, y rompieran mis silencios para expresar tantas cosas qué siento… Y pensé, que quizás alguien me dirá aquello de… “Eres demasiado sensible…” Y pensé… Y qué…? Me gusta mi sensibilidad, y disfrutar de la sensibilidad de las personas qué comparten mi vida…

…Tal vez, la sensibilidad es al corazón… Como el tacto lo es para la piel… (Dedicado a ti Julio)